100º Grados Bar
Tiene una cava de más de 200 vinos y una barra de toques modernos y minimalistas donde abundan los espumantes, la coctelería de autor y de mixología molecular.
Carbonatación, deconstrucción, gelificación. ¿Chino? No señor, son algunas de las técnicas más usadas por la mixología molecular, el arte de aplicar en la barra técnicas de cocina de vanguardia.
Espuma, aire y gelatina, nitrogenados, esencias, macerados e infusiones. De lo que hablamos, es de la cocina que pusieron de moda los españoles en la década de los noventa. Esa que se define como un estudio, la observación del comportamiento de las cadenas moleculares de los alimentos y de sus reacciones ante ciertos estímulos. El concepto, fue inventado por dos científicos: Hervé This y Nicholas Kurti a fines de la década del 80’. El exponente más claro a nivel mundial es, tal como habrá leído hasta el cansancio, Ferrán Adrià.
La idea es transmutar la comida en busca de nuevos sabores, texturas y temperaturas. Una tendencia que ya llegó a la coctelería. 100º Bar, en el hotel Ritz-Carlton, es un lugar donde puedes probarla. En la carta la encontrarás como Mixología irracional. Ahí los tragos clásicos se reinventan. Derty Jelly Martini ($ 7.000) por ejemplo, es un cóctel donde el jugo de aceitunas no viene en forma líquida sino en pequeñas perlas con textura de gel que se pueden masticar. Lo que llega a tu mesa es una copa con gin y perlas obscuras en su interior: el jugo de aceitunas.
Otra alternativa es el Jelly Old Fashioned ($ 7.000) con bourbon, azúcar, angostura de naranja y esferas de marrasquino o el Sci-Fi, con helado de licor de melón y chirimoya, más esferas calipso de blue curaçao y ron malibú que explotan de sabor al chocar la lengua con el paladar y concentran el sabor del licor. Tú eliges si lo tomas y masticas todo junto o lo disfrutas por separado.
Acceso. Alcalde 15, teléfono: 470 8500.
Dato. Pregúntale al barman por tu trago favorito y las opciones de convertirlo en molecular, es decir, de cambiar la textura de alguno de sus ingredientes. Ojo en todo caso, el que el licor llegue convertido en esferas o perlas, no implica que pierda su grado alcohólico.