Tendencias y decoración

Mujeres que piensan la ciudad

Convocamos a cinco reconocidas arquitectas chilenas -todas destacadas por su aporte desde la academia, las organizaciones o el sector privado- a un ejercicio donde nos ayudarán a planear el Santiago de las próximas décadas “con ojos” de mujer. El resultado fue una ciudad más integradora, fortalecida en áreas verdes, que aprovecha la riqueza del paisaje y su geografía, y más dinámica en cuanto a temas de transporte y seguridad.

Por Carlos Pérez

 

Francisca Astaburuaga: “Las mujeres tenemos una manera de usar la ciudad que es múltiple”

-¿Qué le falta hoy a Santiago para ser una ciudad moderna?

-Distribuir mejor sus beneficios. Tiene zonas con las que uno podría sorprender al extranjero, por lo bonitas, desarrolladas y bien diseñadas, pero lamentablemente es solo un pedacito. Las ciudades desarrolladas tienen una zona mucho más extensa donde funcionan bien, hay buenos espacios públicos y edificación.

-¿Qué barrio o edificio rehabilitarías?

Es importante partir por donde más se requiere y hay sectores en la periferia de Santiago donde la gente tiene vidas mucho más complejas porque la ciudad no funciona en tiempos de viaje, cobertura de servicios, educación u hospitales. Partiría poniendo el foco en estos lugares que necesitan más inversión pública y proyectos intencionados para poder generar un cambio de las dinámicas sociales y económicas que están sucediendo hoy.

-¿En qué cambiaría una ciudad pensada con “ojos” de mujeres?

-A las mujeres nos toca ser muchos personajes a la vez, por lo tanto tenemos una manera de usar la ciudad que es múltiple. Si generalmente se piensa que la gente sale en la mañana al trabajo y en la tarde vuelve a su casa, yo diría que la mayoría de las mujeres no logra hacer eso. Entre medio tienen que ir al supermercado, a la reunión del colegio o cuidar a sus padres. Tienen que funcionar, en términos de transporte, de forma mucho más dinámica que las grandes rutas del resto. Esa ciudad también tendría la necesidad de armar comunidad con las personas que están en el entorno, algo que las mujeres logran más. Y mejor seguridad urbana para dar realmente una sensación de autonomía y libertad más grande a las mujeres, algo que en Chile está bastante limitada.

Francisca Astaburuaga es arquitecta y directora del Centro de Innovación de ciudades de la UDD.

 

Loreto Lyon: “Es importante restaurar zonas patrimoniales, más que edificios.”

-¿Qué le falta hoy a Santiago para ser una ciudad moderna?

-A Santiago, y a la mayoría de las ciudades de Chile, les falta espacio público, más áreas verdes y buenas veredas que privilegien al peatón por sobre el automóvil. También, árboles en sus calles y barrios con programas mixtos, autosuficientes y multifuncionales que permitan menos desplazamientos y una mejor calidad de vida.

-¿Qué barrio o edificio rehabilitarías?

-Todos los barrios circundantes al centro de Santiago, como el barrio Yungay, República, Matta, Franklin, Independencia, entre otros. Trataría de potenciar su condición patrimonial con espacios públicos de calidad. En particular, creo que el patrimonio no es sólo un edificio sino todo lo que lo rodea, por eso es importante restaurar zonas patrimoniales, más que edificios.

-¿En qué cambiaría una ciudad pensada con “ojos” de mujeres?

-No creo en la diferencia de género, creo que tanto las mujeres como los hombres arquitectos tenemos mucho que aportar a nuestras ciudades. Planificando barrios con identidad, pero no sólo es importante planificar y hacer espacios públicos, también es importante cuidarlos, mantenerlos y que cada usuario los sienta propios.  Recién ahí creo que podremos tener una mejor ciudad para vivir.

Loreto Lyon es arquitecta y actualmente está dictando clases en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.

 

Pilar Urrejola: “Las mujeres entregamos una mirada más integradora”

-¿Qué le falta a Santiago para ser una ciudad moderna?

En primera instancia debemos educarnos para comprender el valor que implica ser ciudadano y la responsabilidad que ello conlleva. Tenemos una ciudad extensa con valor arquitectónico y patrimonial, lo que merece ser puesto en valor y generar conocimiento transversal de ello.

-¿Qué barrio o edificio rehabilitarías?

-Más que un barrio o edificio, continuaría con la implementación de las riberas del río Mapocho. Se trata de una columna vertebral de la ciudad que se funda en un hecho geográfico significativo, que conecta de oriente a poniente. Además, dadas las características de sus bordes, permitiría tener diversas aproximaciones al paisaje urbano posibilitando múltiples actividades e incrementando su condición de ventana continua desde la cual valora la diversidad de la ciudad y su paisaje. El Mapocho 42 K es una valiosa propuesta donde Santiago puede medirse en extensión y complejidad.

-¿En qué cambiaría una ciudad pensada con “ojos” de mujeres?

-Es probable que si tuviéramos más injerencia en los criterios y decisiones públicas, tendríamos tal vez una mirada más humanista, en el sentido de significar y valorar la consciencia y la experiencia, desde una apreciación interna o externa de manera subjetiva. En ese aspecto podría haber una mirada más integradora.

Pilar Urrejola es arquitecta y ex presidenta del Colegio de Arquitectos de Chile en el periodo 2015 y 2017.

Volver